Ahora que ya estamos nuevamente en marcha, toca ponernos las pilas.

Este año galletil tiene que ser memorable, así que es hora de avanzar un poquito más en las técnicas que harán de nuestras cookies creaciones únicas. Para ello, es imprescindible saber manejar a la perfección el aerógrafo ya que con él se pueden crear efectos impresionantes que dejen a todos con la boca abierta.

Aprender a usarlo con soltura requiere bastante práctica (y algo de arte), por eso cuanto antes empecemos a familiarizarnos con este increíble invento, antes podremos dar un toque de originalidad a nuestras galletas.Hace poco, te mostraba cómo se monta un aerógrafo y de que partes estaba compuesto. En el post de hoy, nos centraremos en la parte más importante de él, la pistola de pulverización que sería equivalente a un pincel cuando queremos pintar galletas. 

También te daré algún que otro truquito para organizar mejor el trabajo ¿Estás lista? Pues sin más, ¡empecemos!

Lo más importante a la hora de emplear un aerógrafo para decorar nuestras galletas es conocer como esta compuesta nuestra herramienta de trabajo, la pistola de pulverización.

Y seguramente te estarás preguntando ¿para qué?. Quizás estés diciéndote ¡qué rollo, qué aburrido! Pues sí señorita, es fundamental conocer esta parte del aerógrafo ya que seguramente tarde o temprano, tendrás que desmontarla para poder limpiarla en profundidad.

Del tema de la limpieza ya nos encargaremos más adelante, pero debes saber que el mandamiento Nº 1 del uso del aerógrafo es: mi aerógrafo siempre deberá estar limpio (antes y después del uso) ¿Porqué? Simple, porque puede afectar a los colores y porque puede taponarse. 

Por lo tanto, en la pistola de pulverización tenemos cuatro partes muy importantes:

  • El vaso o copa: es donde colocamos el colorante
  • La boquilla: es por donde se pulveriza el colorante
  • La válvula por ella entra el aire a la pistola desde el compresor
  • El disparador o gatillo: con el accionamos la salida del aire y del color

A la hora de poner los colores en la copa, solo bastará una o dos gotas de colorante. Recuerda que este debe ser siempre especial para aerógrafo, de lo contrario, podría taponarse la boquilla. Solo en el caso de que vayas a decorar muchas galletas de una sola vez, puedes añadir un poquito más de colorante, aunque esto no es recomendable. Mejor hacerlo poco a poco.

Sea como sea, el exceso de colorante puedes volver a introducirlo en su botella cuando hayas acabado.

Para comenzar a pulverizar el color sobre tus galletas tienes tres posiciones de gatillo. Para cada una de ellas la intensidad de pulverizado será diferente:

Primera posición: sin salida de color

Posición intermedia: pulverizado suave

Posición final: pulverizado fuerte

El pulverizado puede regularse durante un solo uso mediante el movimiento que ves en la siguiente imagen, según la intensidad de color que quieras darle a tu galleta.

Debes tener en cuenta también que la distancia a la que pulverizas tu cookie, también influye en el acabado. A mayor distancia, menor intensidad de color obtendrás.

Una vez que tenemos claro todo esto, podemos empezar a pulverizar. Pero ¡ojo! mejor hacerlo primero siempre sobre una hoja de papel para ver que todo esta en orden y poniéndose guantes (te mancharás, ¡te lo garantizo!)

Pulverizar antes sobre otra superficie, ya sea un folio o un trocito de papel de cocina es una buena práctica antes de comenzar a decorar cada galleta. De esta forma evitas posibles goteos indeseados, asegurándote de que el aerógrafo pulveriza correctamente.

Otra buena práctica a la hora de usarlo, es acondicionar la mesa de trabajo con un mantel de papel de cocina, un plástico o bien construirte una estación de pulverizado.

¿Qué no sabes que es eso? cuadrada y de cartón… ¿adivinas qué es?…¡Sí! Una simple caja puede hacer las veces de estación. Esto es lo que uso yo, pero mira esta idea genial que nos da Lisa de The Bearfoot Baker.

Por último, entre color y color, es recomendable lavar la copa o vaso como te explicaba al final de este post: introduciendo agua o limpiador para aerógrafo, taponando ligeramente la boquilla con un dedo y dejando burbujear el agua dentro de la copa.

¡Listo, ya sabes todo lo necesario para comenzar a aerografiar de lo lindo!

¿A qué ya tienes ganas de decorar tus primeras galletas con aerógrafo? Muy pronto veremos algunos ejemplos simples para que vayas practicando.De momento, puedes sacar algunas ideas de este vídeo que desde Dinkydoodle Designs nos proponen.

Y tu ¿ya te has hecho con tu aerógrafo? ¿has dado tus primeros pasitos con él o aún le tienes un poquito de miedo ¡Venga, anímate a dejarme tus comentarios más abajo, cualquier inquietud o duda que tengas e intentaremos resolverla entre todas!