Hace mucho tiempo que tengo este post en mente. Tenía infinitas ganas y el motivo es doble.

En primer lugar, porque nunca había hecho unas galletas dedicadas a Halloween. Es una fiesta que nunca he celebrado pero que a la que siempre le he tenido ganas.

Y en segundo lugar, porque me parece una oportunidad excelente para profundizar un poquito más en una cuestión que suscita muchas dudas últimamente: ¿cómo consigo una glasa completamente negra?

Hace un tiempo ya habíamos tocado por encima este tema en uno de los posts dedicados a los colores de la glasa de la Guía de Decoración básica de galletas para Dummies (si eres nueva, recuerda que puedes acceder a ella completamente gratis, aquí).

Y es que siempre ha sido una de las mayores preocupaciones de toda galletera: cómo obtener un bonito y profundo color negro sin necesidad de complicaciones.

Como ya sabrás, la dificultad añadida de colores como el negro, rojo o azul marino, es que a la hora de usar estos colorantes en nuestra glasa, no la tiñen completamente, quedando gris en el caso del negro, rosa para el rojo y celeste para el azul.

Esto supone, además, un problema, ya que por regla general lo que solemos hacer es (en nuestra profunda inocencia) seguir añadiendo colorante hasta que nos hartamos…y sin solucionar nada, sino todo lo contrario: lo empeora, ya que a mayor cantidad de colorante añadido, más dificultad tiene la glasa para secar. 

Para mas inri, aparece un desagradable gusto en nuestro royal icing.

Bien, dicho esto, vamos a lo que realmente nos interesa, que es la solución, ¿no?

La verdad es que tenemos no una, sino dos: la fácil y la más-o-menos-complicada. ¿Por cuál empiezo? Bueno, veeenga, elijo yo: empiezo por la complicadita.

Tampoco te asustes que no es tanto: se trata de una solución de emergencia y consiste, ni más ni menos, que en añadir cacao en polvo a la mezcla de glasa real y luego colorante negro.

En el post de la Guía que te mencionaba anteriormente, te conté el qué, pero no te expliqué el cómo. Y es hora de desvelar el secreto, porque muchas lectoras como tú me lo han preguntado estos días.

Las instrucciones vienen de la mano de Georganne de Lilaloa, quien además de simpática es una autentica experta en experimentos galletiles. Son cuatro sencillos pasos, verás:

1) Prepara tu glasa como harías habitualmente. La consistencia debe ser entre media y de relleno (si aun estás verde, mira el post dedicado a las consistencias del royal icing).

2) En un recipiente pon unas cucharadas de cacao en polvo y disuélvelo bien con agua hasta formar una pasta. Lo importante es que los terrones del chocolate desaparezcan. Si quieres, puedes tamizar el cacao antes de disolverlo.

3) Mezcla el cacao diluido con la glasa. Obtendrás una glasa marrón oscuro, con sabor a chocolate (¿qué más se puede pedir? ^^) y que será más fácil convertir en negro ¿ves por dónde van los tiros?

4) Solo queda añadir colorante negro (solo un poco, please) hasta obtener el tono deseado.

Quizás te estés preguntando: ¿Puedo echar directamente cacao a la glasa en lugar de diluirlo? La respuesta es no. Si lo haces así, el cacao que es muy refinado en comparación con el icing (azúcar glass) nunca se integrará en la mezcla.

Ya, ya lo se. Estas esperando a ver cuál es la fácil ¿verdad? Aquí va: comprar un buen colorante. Mejor dicho un súper colorante.

Hazme caso: cuando quieras teñir tu glasa de negro noche en menos de lo que canta un gallo, ten a mano un frasquito del Super Black de Americolor.

Fíjate que con apenas unas gotas (2 o 3) consigues un negro-negrísimo increíble.

En fin, cualquiera de las dos soluciones son buenas. Obviamente el colorante nos acorta mucho el camino, pero siempre esta bien saber algún truco más de andar por casa, para cuando no podemos comprarlo y queremos hacer un apaño ¿no crees?

Yo, por ejemplo, para decorar estas galletas de mantequilla de Halloween con dibujos 2D, stencilado y pintadas a mano, he usado ambas opciones, la del cacao y la del súper negro. 

Ahora te toca a ti: ¿conocías el truco del cacao? ¿y el Super Black de Americolor? ¿lo has probado ya?

Si conoces algún otro truco para oscurecer la glasa, cuéntamelo ¡Tu opinión me interesa!