Es una imagen que tengo grabada en mi cabeza desde que era una piccola Aixa.
En aquel entonces, algo dentro de mi hizo click. Algo me cautivó y conquisto mi mente y mi corazón convirtiéndose en un deseo que algún día se convertirá en realidad: verlos.
Cerezos en flor. Sakura como los llaman en Japón. Por doquier. Delicados, bellos, envolventes y perfumados. Es una escena mil veces repetida en el cine y la televisión, mil veces explotada por el impacto emocional del que viene acompañada. Una escena mágica, sin duda.
En el país del sol naciente, la llegada de la floración de los cerezos se da entre Marzo y Abril y es todo un acontecimiento social. Un evento que celebran haciendo picnics, compartiendo paseos y charlas con familiares y amigos o venerando a los dioses con ofrendas.
Además es una época tremendamente esperada: miles de japoneses permanecen el año entero en vilo, pendientes de las tormentas, las lluvias y de la evolución de los árboles. Increíble, ¿verdad? En esta parte del mundo, preocupándonos por que equipo ganará o cuál es la dieta de moda de alguna famosa de turno y allí, expectantes por una cosa tan fugaz como una simple flor.
Pero es que, a ojos de un ciudadano nipón, no es una flor cualquiera. La flor de cerezo, cuya existencia se limita a unos pocos días, es una metáfora de la propia vida, de belleza efímera: es hermosa, es brillante, pero también es frágil y pasajera.
El amor por los sakura por supuesto se traslada al mundo dulce con la degustación del dulce típico, el sakura mochi, elaborado a partir de judías rojas trituradas y envueltas en hojas de cerezo.
¿Te imaginas una ciudad teñida completamente de mil sombras de rosa? Maravillosamente mágico.
Japón es un país de infinitas maravillas, mil rincones escondidos, mil misterios y enigmas, pero sin duda, este acontecimiento merece la pena ser vivido. Y esto es precisamente lo que he pretendido trasladar a mi galleta viajera pintada a mano e inspirada en una de las adorables ilustraciones de Raul Guerra.
Ahora, solo queda tumbarse a la sombra de un inmenso cerezo llorón, darle al play y escuchar la música melancólica que canta Sakura Sakura y que te transportará a ese maravilloso jardín perfumado…
Ya sabes que si tu también quieres apuntarte a nuestros dulces recorridos por el mundo solo tienes que unirte a la comunidad viajera en Un País en una Galleta, solicitar el ingreso…¡y galletear!
¡Hasta el próximo destino: Egipto!
6 Comentarios
8 abril, 2015 3:13 pm
Que te voy a decir? ¡¡Me encanta!! Es preciosa 🙂
21 abril, 2015 8:55 pm
Gracias tesoro! tu siempre tan amable!
Love youuu!
Besos Caro! <3
8 abril, 2015 7:44 pm
¡¡Qué dulce!!¡¡Qué tierna!! Una preciosidad, como siempre. Me declaro admiradora tuya.
21 abril, 2015 8:55 pm
Jajaj mil gracias Blanca! me alegro que te haya gustado!
Un besoooo! <3
12 abril, 2015 12:04 pm
Una fantasia hecha dulce!!!,son preciosas
21 abril, 2015 8:56 pm
muchas gracias Patricia! un beso! <3
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